El músculo supraespinoso, el más superior de los músculos del manguito de los rotadores, reside en la fosa supraespinosa de la escápula, por encima de la espina escapular.
El tendón del músculo supraespinoso se extiende lateralmente, pasando por debajo de la apófisis del acromion y sobre la cabeza del húmero, mezclándose con la cápsula articular glenohumeral para insertarse en la cara superior de la tuberosidad mayor del húmero. Junto con los otros tres músculos del manguito de los rotadores, infraespinoso, redondo menor y subescapular, el supraespinoso forma parte de la estabilización dinámica de la articulación glenohumeral.
Estos cuatro músculos actúan de forma coordinada para estabilizar la cabeza del húmero en la fosa glenoidea poco profunda y promover la integridad estructural de la articulación. Junto con su papel de estabilizador, las acciones asociadas al supraespinoso son la abducción del húmero, y puede contribuir débilmente a la rotación lateral del húmero.
Al ser el músculo del manguito rotador que se desgarra con más frecuencia, el músculo supraespinoso ha sido objeto de una amplia investigación. Se sabe mucho, pero aún queda mucho por aprender sobre este pequeño pero importante músculo.
Resumen del músculo supraespinoso | |
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Origen | Fosa supraespinosa de la escápula |
Inserción | Cara superior del tubérculo mayor del húmero |
Acción | Abducción del húmero |
Inervación | Nervio supraescapular (C5, C6) |
Irrigación | Arteria supraescapular y escapular dorsal |
Origen músculo supraespinoso
El músculo supraespinoso surge de la fosa supraespinosa, una depresión poco profunda en el cuerpo de la escápula, por encima de su espina. El tendón del músculo supraespinoso pasa lateralmente por debajo de la cubierta del acromion.
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Inserción
El tendón del supraespinoso se inserta en la cara superior del tubérculo mayor del húmero. Las inserciones distales de los redondos músculos del manguito de los rotadores que se insertan en el tubérculo mayor del húmero pueden abreviarse como SIR cuando se ven de arriba a abajo (Supraespinoso, infraespinoso y redondo menor).
Relación del músculo supraespinoso
El supraespinoso se asocia con los demás músculos del manguito de los rotadores, como el infraespinoso, el redondo menor y el subescapular.
Está ligado embriológicamente al deltoides y trabaja con éste para realizar la abducción del húmero en la articulación glenohumeral. Los músculos del manguito de los rotadores, junto con el deltoides y la cabeza larga del bíceps braquial, se encargan de la estabilización dinámica de la articulación glenohumeral.
Función
La contracción del músculo supraespinoso conduce a la abducción del brazo en la articulación del hombro. Es el principal músculo agonista de este movimiento durante los primeros 15 grados de su arco. Más allá de los 15 grados, el músculo deltoides es cada vez más eficaz en la abducción del brazo y se convierte en el principal propagador de esta acción.
El músculo supraespinoso es una de las estructuras de soporte musculotendinoso llamadas manguito de los rotadores que rodea y encierra el hombro. Ayuda a resistir las fuerzas gravitacionales inferiores que se ejercen sobre la articulación del hombro debido a la atracción hacia abajo del peso de la extremidad superior.
El supraespinoso también ayuda a estabilizar la articulación del hombro manteniendo la cabeza del húmero firmemente presionada medialmente contra la fosa glenoidea de la escápula.
Inervación
El músculo supraespinoso está inervado por el nervio supraescapular (C5 y C6), que surge del tronco superior del plexo braquial, pasa lateralmente por el triángulo posterior del cuello y por la escotadura escapular en el borde superior de la escápula. Después de suministrar fibras al músculo supraespinoso, suministra ramas articulares a la cápsula de la articulación del hombro.
Este nervio puede resultar dañado a lo largo de su recorrido en las fracturas de la clavícula suprayacente, lo que puede reducir la capacidad de la persona para iniciar la abducción.
Irrigación y drenaje del músculo supraespinoso
El músculo supraespinoso recibe su riego sanguíneo de las arterias supraescapular y dorsal de la escápula. La arteria supraescapular suele ser una rama del tronco tirocervical, una rama de la arteria subclavia, aunque puede surgir directamente de la tercera parte de la arteria subclavia.
La arteria supraescapular pasa inferolateralmente sobre el escaleno anterior y el nervio frénico, profundamente a la vena yugular interna y al esternocleidomastoideo, y luego superior a la arteria subclavia y al plexo braquial.
La arteria llegará finalmente al borde superior de la escápula, donde generalmente pasará por encima del ligamento transverso superior para alcanzar la fosa supraespinosa. Irrigará tanto al supraespinoso como al infraespinoso. La arteria dorsal de la escápula se origina en la arteria subclavia, con mayor frecuencia la tercera parte. Viajará posteriormente a través de los troncos del plexo braquial, sobre el músculo escaleno medio, y luego en profundidad hacia el elevador de la escápula para alcanzar el ángulo superior de la escápula, donde comenzará a viajar con el nervio escapular dorsal.
Esta arteria se anastomosa con las arterias supraescapular y subescapular y suministra a los músculos de la zona.
El drenaje linfático superficial suele seguir las venas, y el drenaje linfático profundo suele seguir las arterias. El drenaje linfático de la región supraescapular se realiza principalmente a través de los ganglios subescapulares posteriores, que se encuentran a lo largo del margen inferior del pliegue axilar posterior y están asociados a los vasos subescapulares.
El drenaje eferente de estos ganglios se dirige a los ganglios axilares centrales, seguidos de los ganglios apicales. Los vasos eferentes se combinan para formar el tronco linfático subclavio, que drenará bien a la unión venosa yugulosubclavia, a la vena subclavia, al tronco linfático yugular o, en ocasiones, a un tronco linfático derecho. El tronco izquierdo drena en el conducto torácico.
Variación anatómica
Los estudios de investigación de las imágenes de resonancia magnética muestran una expansión aponeurótica del tendón del supraespinoso adyacente al surco bicipital en aproximadamente el 50% de las imágenes estudiadas.
Esta estructura tendinosa surge de la porción anterior del tendón del músculo supraespinoso que pasa distalmente en una orientación paralela anterolateral a la cabeza larga del tendón del bíceps con una inserción distal en la cara superior del tendón del pectoral mayor.
La teoría es que esta expansión aponeurótica puede reforzar el tendón anterior, que tiene una pequeña huella de inserción en la tuberosidad mayor y cumple una función similar a la del cable rotador del intervalo del manguito rotador.
Importancia quirúrgica
Debido al hallazgo de Roh et al., cuando se intente reparar el tendón del músculo supraespinoso, las fibras anteriores deben incorporarse a la reparación siempre que sea posible para dar fuerza a la estructura y función del músculo después de la reparación.
Las fibras anteriores y el tendón anterior son responsables de las funciones de abducción glenohumeral y depresión de la cabeza del húmero. Si no se incorporan estas fibras a la reparación, puede haber cierto compromiso funcional.
Aunque en la literatura se ha sugerido que un manguito rotador desgarrado puede ser responsable de la debilidad del hombro debido a la disminución de la longitud funcional del tendón, también hay que tener en cuenta la pérdida de la función del tendón anterior junto con la pérdida de la fuente principal de carga contráctil del músculo supraespinoso.
Otros artículos abordan los resultados posquirúrgicos y la recuperación funcional, la influencia de los opioides en los resultados postoperatorios y un nuevo sistema de puntuación para la curación tras la reparación quirúrgica de una lesión del manguito rotador, por nombrar algunos. Como se ha indicado, se trata de un músculo sobre el que existe un gran interés, y hay muchos artículos de investigación publicados sobre este músculo.
Importancia clínica
Las diferencias estructurales en los vientres anterior y posterior del músculo supraespinoso pueden explicar las diferencias funcionales observadas tras la lesión. Si las fibras anteriores no se ven afectadas por la lesión, la capacidad del individuo para elevar el brazo más allá de los 90 grados puede verse menos afectada que si el vientre anterior está implicado en el desgarro.
La observación de las dos partes del músculo y la integridad estructural deben anotarse durante la cirugía para comprender mejor la recuperación postoperatoria y la capacidad funcional y facilitar las intervenciones de rehabilitación adecuadas.
La comunicación entre todos los segmentos del equipo sanitario mejorará los resultados óptimos para el cliente con una patología del músculo supraespinoso.
Comprender qué parte del músculo está implicada en la patología, si el intervalo del manguito de los rotadores está afectado o cerrado quirúrgicamente, si las fibras anteriores estuvieron implicadas en el desgarro y la reparación son esenciales para obtener resultados óptimos. La identificación radiológica, la rehabilitación conservadora, las opciones quirúrgicas y la rehabilitación posquirúrgica dependen de una excelente comunicación del equipo.