La columna cervical y el hueso hioides constituyen los huesos del cuello.
La columna cervical está compuesta por las 7 vértebras superiores de la columna vertebral. C3 a C6 son las típicas vértebras cervicales caracterizadas por la presencia de agujeros transversales y, en muchas personas, por sus apófisis espinosas bífidas.
A través de sus grandes orificios vertebrales triangulares corre el agrandamiento cervical de la médula espinal mientras que las arterias y venas vertebrales atraviesan los orificios transversales bilateralmente.
C7 se conoce como vértebra prominente debido a su proceso espinoso monófido especialmente largo. También es notable porque las arterias vertebrales no atraviesan sus agujeros transversales, sino que pasan por sus procesos transversales.
Los cuerpos de las típicas vértebras cervicales se articulan por medio de sínfisis, separadas por discos intervertebrales fibrocartilaginosos. Sus arcos se articulan a través de articulaciones sinoviales entre las facetas articulares.
Las vértebras están soportadas por los mismos ligamentos que se encuentran a lo largo de la columna vertebral, así como el ligamento nucal, una continuación engrosada del ligamento supraespinoso.
Hay 8 nervios espinales cervicales asociados a las vértebras cervicales.
C1 (atlas) y C2 (axis) son vértebras atípicas especializadas que, junto con el occipucio, forman las articulaciones atlanto-axial y atlanto-occipital. Éstas permiten la rotación y la flexión en la cabeza.
El hueso hioides es un hueso en forma de U que se encuentra en la parte anterior del cuello alrededor del nivel de C3. Es único en no articularse con ningún otro hueso.
En cambio, proporciona un punto de unión para una serie de músculos y ligamentos. La mayoría de estos se adhieren a los dos cuernos mayores del hueso con la excepción del ligamento estilohioideo que se adhiere a los cuernos menores.
Los cuernos del hueso hioides convergen centralmente para formar el cuerpo del hioides.
En esta sección, aprenda más sobre la anatomía de los huesos del cuello.